con la raza espinada
los ventrílocuos de la sobremesa
vienen con robots a olvidar el futuro
la carne vacía;
el olor a huecos
y el zapateo de los que se acercan,
me estremecen
al punto que veo al desierto
hacerse llanto sin consuelo
vienen para hacernos acordar
que ningún recuerdo es prestado
nos dejarán,
el presente bien planchado,
armado para servir
con óxido en los dientes
haremos muecas de descontento.
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2 comments:
Suave e irónicamente la lengua se desenvuelve. Qué curiosa es la agonía en el momento justo de acordarse que existe. Sí, el presente bien planchado armado para servir, tal cual. Además si te fijás allá, quiero decir, acá, los dientes humanos se atan a un estornudo demasiado... ¿demasiado qué? El óxido tiene olor a delantal y ya me pongo nerviosa.
clap clap
aplausos.
excelente diálogo
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