destinos

Como un zumbido
las bocas se tuercen
modulan instintos
disueltos en especias.

Cada Capricho tiene su celo
cada momento un color,

El mar pierde un recuerdo
debajo de un puñado de arena.

Un secreto hunde su sexo
y aflora de la estrella un capullo.

Todo
mientras tu mano
siembra futuros en la mìa.

.

y estaba que quería decirte una palabra
que necesitaba regalarte un momento
mirarte a los ojos y que me vieras.

estaba de día con la noche adentro
con suturas en el alma
con hemorragias de lágrimas,
pero de afuera para adentro,
así no lo notabas.

estaba tan urgente de vos
que me olvidé de mí.

detrás del sol

detrás del sol tu sombra es de color
y tu sonrisa se dibuja en las nubes


detrás del sol
los pájaros juegan al nombre
a deletrear nidos
y a probar suerte con la lluvia


detrás del sol
mis ojos ven lujuria de felicidad
en cada pétalo
de todas las flores que van volando


justo ahí
dónde no se puede ver.

La voz de Dios

con el paladar empapado en dulce,
se escucha entre los dedos
de esta noche tan quieta.

Mi sueño es un manjar
de sutiles movimientos,
que anda buscando
la puñalada exácta
por la cual colarse a otro cielo.

Cuelgan las luces artificiales
desde los cuerpos sin sombra
para porder espiar
nustros secretos.

Dispersa en mi ventana
una casualidad me sonríe
en sus dientes está escrita
la fecha de mi muerte.

Quisiera

ver tu atardecer
ver volver la noche de tu roce

Mi dolor es voz llamándote
como oscuro presagio de la lágrima

Beberte
embriagándome de inconsciente
balbuceando tiempo en otra lengua

Toda carne es lugar,
cada vacío el sentido
formulado entre contactos

La calma es el efecto del afuera
y de mi andar religioso
buscándote.

la niña

Niña que tiemblas en el viento
no tomes mi mano desprevenida,
abrígate de donde puedas
y de mi toma mi sangre.

Niña dormida no llores,
no hay leche derramada,
no hay secuencias eternas,
ni una tormenta gris.

Niña que te meces
en un abrir y cerrar de ojos,
no idolatres a la lluvia ni a la luna
ni a imágenes, no a las imágenes.

mi niña, adorada,
déjate acariciar por un sol mañanero
que desde el espacio busca tu rostro.

despierta al mundo
todos te esperamos.

Un lado de la circunferencia

se encuentra solitario.

En mis dedos, un fuego calcáreo
que penetra en tu bello
hacia el amanecer del olvido.

No busco ni tu sangre ni tu sexo,
solo tu boca ardiente
que refleja sinfonías.

Te encuentro / te escondes,
bajo el color de las noches,
callas y te hieres. Mueres un poco.

A la hora del mar
te asomas como espuma
ante la brecha del recuerdo.
Y permaneces en mí
como el dolor de aquel fuego.

vaciando

la extraña certeza de estar vivo
la noche futil y su venganza
los vasos extasiados
la malancolía de la distancia
los aromas de cada rincón del alma
las sonrisas inútiles o por compromiso
el tiempo hechado a perder
los amores desvinculados de realidad
las palabras

los dientes descalzos

de una sonrisa disconforme
emerge de impenetrables condiciones

la siesta mezclada con lágrimas
y la fluidez de inoperables delicias

sentate a contemplar
como mis oportunidades juegan con mi suerte.

anoréxicas lágrimas

se asoman por el borde de ésta noche

asumo que hoy tampoco sabré llorarte

imágenes blureadas se asemejan
en mis párpados dibujadas

vasos de horas en la niebla
de a sorbos la memoria encandila

ví pétalos a oscuras
y las tumbas vacías

una canción se parece a mi espejo

las estrellas sabrán dormir mejor que yo

inquieto

es la escarcha de la mirada
el dolor que ahora mece mi piel

la cuna inmóvil de mis palábras
exrendidas por la noche
embriagan ojos exraños

apenas deseo ver volver
una sonrisa en un rostro desconocido
y sabré de recompensas.

hay esfuerzos enormes

en poder mover la lengua
cuando se quiere engendrar fantasmas

pardos y hermosos vesubios
quieren sobrellevar la inocencia
que hundida en la niebla
espera oler un sexo

y tanteamos en la noche

esperma que se deja debatir
crispan los labios

tanto es lo que ansiamos
que tiramos migas en la sangre

los filos resquebrajan la impotencia,
sólo para vengarse

la muerte es un beso con los ojos azules.

recuerdo

un verano pasado
un beso ya oxidado
reflejos con sonrisas
noches de colores
blureadas personas
amaneceres a carcajadas
vasos vaciados
personas queridas

recuerdos