Especulan
ahí en el centro de la noche se juntan a chismosear
bsbsbsbsbsbsbsbs y se va poniendo frío de cuellos parados.

Juró el paquete vacío que le quedaba un cigarrillo más,
pero nunca confíes en una caja de cartón impresa.
Cuatro de la mañana y la esquina opuesta se ve tan abierta,
tan de sombras que la habitan, que muerden la vereda.

El insomnio me tiene asomado por la ventana
mientras me da charla de musas para que escriba.
Pero es tan linda la vista callada de la ciudad.

Mientras pasa uno de esos colectivos,
tan solos de gente con la cara pesada,
voy cerrando la ventana
y juro darle otra oportunidad al sueño.

Voy a soñar en voz baja.