Cuando preguntés,
por reflejo voy a decir NO.
Rotundo e innegable
si vale la ambigüedad del adjetivo.
Simplemente para ver
tu piel que se crispa,
tus labios que se encojen
como arrancándose la carne.
Y a tus ojos,
que sabiendo es un juego,
me atraviesen, dibujando sangre
en la punta filosa
que sale del lado opuesto.
Un momento muy corto
antes de que con una sonrisa
llena de toda la estupidez de la cuestión
salte casi gritando
"todo lo que usted quiera mi reina"
La puta madre que me parió
no tiene nada que ver
con mis ganas de quererte así.
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